
En Marzo de 1935 el obispo de la diócesis de Bahía Blanca, Monseñor Dr. Leandro Astelarra se hace cargo de la nueva diócesis en estos lugares. El Santuario de la Virgen estaba demasiado distante (Lujan), por eso tuvo la idea de levantar en un lugar adecuado un sitio de oración, una pequeña ermita, centro de peregrinaciones y lugar de encuentro de los fieles.

La familia Casella le ofrece en donación un pequeño cerro de 400 m. en la ciudad de Saavedra, frente al Curamalal Grande. Durante 1937 se fue preparando el terreno.

Después de mucho trabajo se perforó la roca durísima y apareció a 28 m. de profundidad el agua cristalina que sigue manando desde tantos años y abastece las necesidades.

En octubre de 1938 el Obispo publica un decreto ordenando la Primera Peregrinación para el 12 del mismo mes. La intención fundamental era pedir ayuda al cielo, para ¡Qué llueva!. Era época de persistente sequía y amenazaba arruinar las cosechas. Miles de peregrinos participaron de la MANIFESTACIÓN DE FE. La Madre del Cielo no se hizo esperar. Esa misma tarde cayó una copiosa lluvia que empapó los campos.

¡La Madre había respondido a los Ruegos!!!!. Desde entonces, cada año participan unos 10.000 peregrinos, de la Arquidiocesís de Bahía Blanca y provincias vecinas.-